Valentina
Valentina
Valentina sueña con ser trapecista, pero cree que nunca podrá conseguirlo por tener síndrome de Down. Su Abuela -que le enseña a jugar al ajedrez y un montón de canciones- la anima siempre a seguir adelante: "Si las orugas consiguen convertirse en mariposas, nada es imposible. Nunca debemos perder la ilusión ni las ganas de aprender; mírame a mí, ¡yo todavía estoy decidida a ser directora de orquesta algún día!" Pero la niña no está muy convencida, piensa que un gusano es demasiado asqueroso para convertirse en mariposa.